Opinión

Morena y candidaturas, vergüenza y opacidad

Carlos Figueroa

Carlos Figueroa Ibarra

Esa injusticia y arbitrariedad se está multiplicando y está lesionando a Morena

Sociólogo, profesor investigador BUAP, especializado en sociología de la violencia y política. Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Integrante del Comité Ejecutivo Nacional de Morena

Durante muchos años he visto en Eliza Mejía de Gyves el ejemplar modelo de lo que debe ser un/a militante de Morena. Aquejada de esclerosis múltiple recurrente e intermitente, paulatinamente Eliza ha perdido sus facultades motrices y se ha visto obligada a caminar trabajosamente con ayuda de un bastón o haciendo uso de una silla de ruedas. Eso no le impidió participar activamente en campañas electorales, en el brigadeo, recibir en su casa a decenas de militantes de Morena de dentro y fuera del país, ayudar en sus campañas a Alejandro Encinas, pagar de su bolsa locales para esas campañas y ser conductora durante mucho tiempo de un programa en Radio AMLO, desde el cual incansablemente luchó por llevar a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república. Pudo trabajar un tiempo en la Subsecretaría de Derechos Humanos a cargo de Encinas hasta que un Director General inmisericordemente la despidió dejándola en la vulnerabilidad total. Infructuosamente tratamos de hacerle ver a Alejandro Encinas la injusticia del caso. Nunca hubo una respuesta.

Hace unas semanas Eliza fue la cuarta mujer insaculada mediante la tómbola para una diputación plurinominal. Justicia poética pensé. Cuando llegó a registrarse con la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) de Morena, fue recibida con la punta del pie y le preguntaron que “de parte de quién venía”. Después de presionar, finalmente accedieron a poner su nombre y según una lista atribuida al INE, la pusieron en el lugar 20 de diputados plurinominales por la Cuarta Circunscripción. El lugar que le correspondía por la sucesión de hombre-mujer era el octavo en el peor de los casos. En la referida lista aparecía en ese lugar, Julieta Vences, esposa de Carlos Evangelista integrante de la comisión de elecciones. En el anteproyecto del INE para ser aprobado en la sesión respectiva, Eliza ya no aparece y el lugar 8 está en suspenso. La comisión de elecciones, ignoró su discapacidad, su trayectoria política y el lugar que le correspondía por la insaculación y por la acción afirmativa. Hoy está ahora fuera de toda posibilidad de llegar a la Cámara de Diputados. El caso de Eliza me duele particularmente, por ser una gran compañera, por ser mi amiga querida y por su condición. Pero su caso no es el único, hoy esa injusticia y arbitrariedad se está multiplicando por todo el país y está lesionando gravemente a Morena.

Siempre me pareció que era un error elegir una Comisión Nacional de Elecciones de solamente cinco integrantes para el proceso electoral más grande de la historia de México, en el que se tendrían que tomar decisiones para 21,108 cargos de representación popular. En lugar de proceder como lo pensábamos desde principios de 2020, eligiendo como lo dice el Estatuto al Consejo Consultivo, y que este eligiera a una CNE más numerosa y representativa, se hizo lo contrario. Una vez que fuimos colocados en minoría en el Comité Ejecutivo los integrantes del CEN cercanos a Yeidckol Polevnsky, el CEN arregló con Bertha Lujan y el Consejo Nacional, elegir una comisión de solamente cinco personas entre ellas cuatro integrantes del CEN: Mario Delgado, Citlalli Hernández, Carlos Evangelista, Esther Gómez. Además, Alejandro Peña, senador suplente de un actor fundamental en la crisis de Morena: Gabriel García, Coordinador General de Programas para el Desarrollo del gobierno federal. Son ellos los principales responsables de lo que hoy vivimos en Morena: un creciente malestar por selección de candidaturas hechas en función de opacas negociaciones, nepotismos, faccionalismos, encuestas cuyos resultados no se publicitan y ni siquiera se sabe que se realizan, acusaciones de ventas de candidaturas. En suma, selección de las mismas, en las que no puede descartarse lo que en sociología se llama “delito económico organizado”.

Lo que hoy está sucediendo en Morena, explica a posteriori el acendrado conflicto que Morena vivió en 2019 y parte del 2020. Se trataba de una feroz disputa por controlar el partido para tener el sartén por el mango en la repartición de candidaturas de 2021 y preparar el camino para decidir la candidatura presidencial del 2024. Ricardo Monreal fue un actor destacado en esa pugna y al final logró deshacerse de un obstáculo fundamental para sus propósitos: Yeidckol Polevnsky. Hoy Monreal está gravitando en el CEN (a través de algunos ex partidarios de Luján). Tiene acotamientos puestos por adversarios notables como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y últimamente René Bejarano. Es esa correlación de fuerzas entre estos actores lo que está decidiendo el reparto de candidaturas. Mario Delgado, sin fuerza propia en el CEN y en el Consejo Nacional, negocia con esas fuerzas y haciendo concesiones logra obtener resultados en esa negociación. Por ejemplo, ha logrado acomodar como candidatos a diputaciones federales a su primo el contratista Mario Miguel Carrillo Cubillas y a la antigua simpatizante de Felipe Calderón, Gabriela Jiménez.

La información que he podido recabar de manera informal y extraoficial me hace pensar que los integrantes de la comisión de elecciones en la designación de candidaturas no necesariamente han operado en función de los intereses de Morena o de la Cuarta Transformación. Esa información no es la que se ha vertido en el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, sencillamente porque la Comisión Nacional de Elecciones opera por su cuenta y no informa nada al CEN. Así las cosas, llama la atención de que una integrante de dicha comisión y del CEN de Morena, Esther Aracely Gómez, será candidata plurinominal a diputada. En mi opinión los familiares de integrantes e integrantes mismos de la comisión de elecciones no deberían ser candidato/as puesto que serlo refleja un conflicto de intereses. También han sido favorecidos con candidaturas a diputaciones federales los integrantes del CEN afectos a los miembros de dicha comisión de elecciones. Martín Sandoval es candidato plurinominal y Edi Soriano también. Liliana Castro, será candidata plurinominal y por mayoría relativa a una diputación local en Veracruz. Pese a sus conflictos con el grupo hegemónico en el CEN, Xóchitl Zagal, secretaria de organización del CEN de Morena y diputada federal con licencia, será nuevamente candidata a diputada federal. Igualmente, se le dio una candidatura a la hija de Gonzalo Machorro, recién fallecido integrante del CEN en el contexto de la pandemia. Carlos Evangelista, además de su esposa Julieta Vences (candidata de mayoría relativa hoy descartada por el INE), ha logrado que su hermano sea candidato a presidente municipal en el municipio de Felipe Ángeles en Puebla.

Las noticias de las arbitrariedades se multiplican por todo el país: un entusiasta operador en contra de los zapatistas en Chiapas y adalid de los que claman por su represión, el ex priísta y líder ganadero-ranchero Jorge Constantino Kanter, será candidato a presidente municipal de Comitán. Dos conspicuos integrantes de la impresentable iglesia Luz del Mundo, Hamlet García y Emmanuel Reyes, serán candidatos plurinominales a diputaciones federales. En Ramos Arizpe (Coahuila) será candidato a presidente municipal Ariel Maldonado Leza, a quien un sector importante de Morena recuerda como un antiguo prófugo acusado de secuestro y protagonista de diversos actos violentos contra militantes e instalaciones del partido. Martha García, la Secretaria de Mexicanos en el Exterior e integrante del CEN, denunció vigorosamente a Mario Delgado por no tomar en cuenta a los migrantes para las candidaturas, y logró que una migrante cercana a ella, Verónica Puente, fuera designada candidata. También he recibido la información de que Mirna Maldonado Tapia de Zacatecas sin ser migrante sería candidata plurinominal en representación de los migrantes. Verónica Puente ha recibido acusaciones de un sector de migrantes en EUA de ser cercana al grupo que en 2017 reventó el evento de Andrés Manuel López Obrador en Nueva York.

Además de lo que he presenciado en Puebla, noticias de arbitrariedades semejantes me han llegado de Hidalgo (el principal beneficiario habría sido el Grupo Universidad), Oaxaca (operadores de Ulises Ruiz son los ganadores) Coahuila (buena parte de los candidatos son ex priístas o peor aún cercanos a grupos delictivos), Chiapas (han sido designados personajes afectos a Manuel Velasco), Yucatán (se ignoraron los perfiles propuestos por el Consejo Estatal y el Comité Ejecutivo Estatal y la mayoría de los candidatos serán ex priístas y militantes del Verde Ecologista). En Veracruz el descontento por las designaciones es tan grande que habrá una marcha de protesta en los próximos días. Y en medio de todo ello advierto que un perfil valiosísimo como la Secretaria Nacional de Mujeres de Morena, la abogada y feminista Carol Arriaga, ha sido vergonzosamente relegada de cualquier candidatura. Pese a ser parte del CEN, no cumple con el requisito fundamental: ser allegada a los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones.

En Puebla las noticias son similares. En primer lugar, la encuesta que colocó a Claudia Rivera nuevamente como candidata a la presidencia municipal de la ciudad de Puebla no se ha hecho pública. El eje Ricardo Monreal-Alejandro Armenta-Carlos Evangelista-Claudia Rivera ha hecho designaciones que resultan indignantes. Julio Lorenzini, un panista adalid del morenovallismo será candidato a presidente municipal de San Pedro Cholula desplazando a la prometedora diputada local Tonantzin Fernández. Otra operadora morenovallista, Liliana Luna conocida como “Lady Ataúdes” (porque se le imputan negocios turbios con ataúdes) y diputada local beligerante en contra de Andrés Manuel López Obrador y Luis Miguel Barbosa, ha sido premiada con la candidatura a presidenta municipal de Huachinango en detrimento de Gustavo Vargas a quien vi en el lopezobradorismo desde hace varios años. Otras candidaturas a presidencias municipales también resultan sumamente cuestionables: Carlos Peredo Grau en Teziutlán, Pedro Tepole en Tehuacán, Mario de la Rosa en Amozoc, Ariadna Ayala (conocida antorchista) en Atlixco. Los morenistas también adversan a Norma Layón en San Martín Texmelucan, aun cuando ella por lo menos estuvo con Morena en el 2018. Vianey García otra joven mujer y destacada diputada local de Morena, fue desplazada en la candidatura a una diputación federal por San Martín Texmelucan por Mauricio Toledo (quien ha pasado por diversos partidos y ni siquiera reside en Puebla como lo muestra haber sido diputado federal por la Ciudad de México y Delegado en Coyoacán). Toledo está acusado de desvío de fondos y de montar la violenta provocación en 2018 de un evento electoral de Claudia Sheinbaum que terminó en la muerte de la militante morenista Martha Patricia Reyes. El Consejo Estatal nombró una comisión de revisión de perfiles de posibles candidato/as que se apoyó en un grupo de expertos (reconocidos académicos) los cuales entrevistaron a 119 aspirantes. La gran mayoría de ellas fueron calificados por el grupo de expertos como “muy politizados y muy bien posicionados”, es decir gente de Morena y candidato/as viables. Ninguno de ellos fue considerado por la Comisión Nacional de Elecciones y su representante en Puebla. En suma, premios a morenovallistas y tránsfugas y defenestración a lopezobradoristas.

En 2018 los militantes tuvimos que aceptar como candidatos de Morena y sus aliados a personajes que hacía poco tiempo eran enemigos y adversarios nuestros. Lo hicimos porque recordábamos los fraudes de 2006 y 2012 y sabíamos que un nuevo fraude ya se orquestaba. Así las cosas, el antídoto era una amplia alianza que nos hiciera ganar contundentemente e hiciera imposible una adulteración esencial de los resultados electorales. En 2021 la situación ha cambiado, a pesar de Morena la alianza que encabeza muy probablemente tendrá buenos resultados. A diferencia de 2018, la designación por parte de la CNE de candidatos impresentables no es una necesidad que hay que asumir con pragmatismo preservando los principios. Hoy lo que está sucediendo de manera opaca y vergonzosa es un tráfico de influencias y favores que está generando prebendas personales, ascensos sociales y consolidación de un grupo de interés con miras al 2024. He escuchado decir que ese grupo de interés -o constelación de grupos de interés- ha secuestrado a Morena. Es una hipótesis sobre la cual habrá que reflexionar y observar si los próximos acontecimientos la confirman o descartan.

Puebl@Media
Carlos Figueroa Ibarra
Ciudad de Puebla, Mx.
Martes 6 de abril de 2021.

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