Por Carlos Clemente
La campaña abierta y descarada que desde la Secretaría de Gobernación emprendió el “licenciado” Julio Huerta Gómez, basada en el lucro político y personal de cuanto programa social se le ocurre, sencillamente no le está dando resultados.
Entre su primer círculo de colaboradores los comentarios coinciden, anda desesperado, nervioso al extremo, irritable, se nota que casi no duerme.
Su preocupación principal es que su proyecto político no agarra forma, a pesar de usar a su antojo recursos y estructura gubernamental.
Aunado a los roces que han surgido hacia arriba del escalafón gubernamental y también con algunos compañeros del gabinete que empiezan a cansarse de los moditos del “licenciado”.
Es prepotente y autoritario; lo lleva en la sangre.
En las últimas semanas se dio a la tarea de armar una estructura de operación política paralela, independiente al trabajo que ya realizan los delegados de Gobernación.
Se trata de supuestos liderazgos regionales que ha puesto a trabajar para su causa, sin reparar en los antecedentes políticos de cada uno de ellos.
Su reclutamiento ha causado sonoras carcajadas en los equipos del senador y del diputado federal.
Por otro lado, más de un presidente municipal ya ha expresado su inconformidad ante las presiones del “licenciado” para pintar con recursos propios las espantosas bardas de “Es Julio”, esas que han aparecido en diversos puntos de la geografía poblana.
El “licenciado” –entre comillas por el dudoso origen de su título- tiene un enemigo implacable, el tiempo.
En los escenarios más realistas está claro que nomás no le alcanzará para ser tomado con seriedad en la disputa principal del 2024.
El suyo es un proyecto fallido.
Sin duda va a estirar la liga, veremos hasta qué punto se lo permiten.
DiarioReporter
Carlos Clemente
Puebla, México
Lunes 20 de marzo de 2023.
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