Roberto Fuentes Vivar
Diario Ejecutivo
Prácticamente durante toda la semana pasada una de las noticias más relevantes fue el destape de la mafia inmobiliaria (conste que no menciono la palabra cartel, para respetar el amparo) en la ciudad de México, la cual se ha centrado básicamente en la alcaldía Benito Juárez, aunque hay muchas otras jurisdicciones y personajes que deberían ser investigadas, incluyendo (¿por qué no?) al ex jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, quien (me consta) tiene intereses específicos en el sector de bienes raíces.
Concretamente se destapó la colusión de empresarios con funcionarios delegacionales para evadir o eludir las normas y permitir la construcción de edificios de alto valor económico en Benito Juárez y otras demarcaciones.
El caso de la alcaldía Benito Juárez es el más escandaloso, porque al parecer se investiga a por lo menos tres delegados o alcaldes de esa delegación: Christian Von Roehrich, Jorge Romero y al actual, Santiago Taboada y también se ha iniciado proceso contra al menos dos funcionarios de alto nivel de esa jurisdicción.
Su modus operandi ha sido ampliamente descrito por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, el subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía Berdeja, y desde luego por la fiscalía capitalina, y se puede sintetizar en que funcionarios públicos recibían dinero en efectivo o departamentos para permitir la construcción de más pisos que los permitidos
El caso se hizo relevante porque se realizaron 42 cateos al mismo número de inmuebles ubicados en las alcaldías Benito Juárez, Tlalpan, Coyoacán y Miguel Hidalgo, (uno de ellos del exalcalde Von Roerich, quien es actualmente el jefe de la bancada panista en la cámara de diputados de la ciudad de México) y su valor se ha calculado en 500 millones de pesos.
El caso es grave porque implica que servidores públicos establecieron un sistema de intercambio de favores por medio de colusiones ilegales con constructoras y desarrollos inmobiliarios, empresas fachada y otorgamientos y gestión de autorizaciones, e incluso extorsiones a empresarios en la delegación Benito Juárez. Habría 10 empresas fantasmas vinculadas a esta organización delictiva.
El fin de semana incluso se dio a conocer que vecinos de la Benito Juárez desconocen el estado de tres mil 815 inmuebles, ya que al menos 100 expedientes relacionados con obras, construcciones y servicios fueron declarados inexistentes ante el Comité de Transparencia de la alcaldía.
La razón de la inexistencia de esos documentos es que fueron destruidos por una inundación. “¡Qué casualidad!”, dijo Claudia Sheinbaum al enterarse de la desaparición de expedientes, denunciada por la activista María Luisa Rubio, quien explicó: “los expedientes físicos no se localizaron, debido a que el agua ingresó a la oficina del archivo y los dañó”.
Incluso, en una reunión de diputados capitalinos se externó públicamente que el empresario Manuel Álvarez Hernández denunció que el titular de esa demarcación supuestamente solicita 80 millones de pesos por cada proyecto para iniciar construcciones de entre ocho y 10 niveles.
¿Y el ex jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera no sabía nada? Lo más seguro es que sí. Bastan algunos datos:
-Unos días antes de solicitar licencia para dejar el cargo de jefe de gobierno del Distrito Federal para obtener una senaduría, Miguel Ángel Mancera aprobó la construcción de un edificio de 75 pisos, el más alto del país y de América Latina.
-Un reportaje de Proceso de septiembre de 2018, firmado por Sara Pantoja y Raúl Monje, titulado “la sospechosa fortuna inmobiliaria de Manera y su equipo” daba cuenta de que durante su administración Mancera y sus más cercanos colaboradores se habrían apropiado de una docena de inmuebles en sitios estratégicos, como el de Melchor Ocampo 373, cercano al de la construcción de 75 pisos e ipso facto se le autorizó una construcción de diez pisos.
-Me consta cómo el exjefe de gobierno capitalino trató, a través de sus allegados (como Héctor Serrano) intentó apropiarse de inmuebles en la delegación Benito Juárez, utilizando su poder.
¿Y quiénes son esos personajes cercanos a Mancera y que posiblemente podrían tener intereses dentro de la mafia inmobiliaria?
Héctor Serrano, quien fue el secretario de Movilidad en la administración de Mancera Espinosa y de quien la actual jefa de gobierno dijo que, como producto de la corrupción en los trámites de la revista, licencia tipo B y reemplacamiento, Serrano obtenía cerca mil 200 millones de pesos de ganancias ilícitas.
Raymundo Collins, titular del Instituto de la Vivienda con Mancera, y actualmente prófugo que se deja ver en Estados Unidos, es investigado por un uso ilegal de facultades en la compra de un terreno en la alcaldía de Iztapalapa.
Felipe de Jesús Gutiérrez, exsecretario de Desarrollo Urbano, tiene una ficha roja de la Interpol por el presunto caso de desvío de fondos públicos destinados a la rehabilitación de edificios afectados por los terremotos de 2017.
Édgar Tungüí, exsecretario de Obra y ex comisionado para la Reconstrucción de Ciudad de México, está acusado de desfalcar 40 millones de pesos, también destinados a reparar los daños del sismo.
Julio Cesar Serna Chávez, exfuncionario del gobierno de la Ciudad de México detenido en noviembre, acusado de enriquecimiento ilícito y a quien le han sido cateados al menos cuatro inmuebles localizados en zonas de alto valor comercial.
¿Estuvieron estos personajes ajenos a la mafia inmobiliaria? ¿Esta mafia inmobiliaria solo abarca la alcaldía Benito Juárez? ¿Y Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Coyoacán, Tlalpan? ¿Miguel Mancera no sabía nada? ¿Es solo de funcionarios panistas como se ha apuntado hasta ahora o están involucrados otros del PRD?
Ojalá la investigación llegue a fondo.
Dice el filósofo del metro: Dime en qué acera construyes y te diré que mancera te protege.
Puebl@Media
Almomento.MX
Diario Ejecutivo
Ciudad de México
Roberto Fuentes Vivar
Martes 16 de agosto de 2022.
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